Por si la queremos repetir de vez en cuando, esta oración describe el ánimo que nos mueve y no estaría mal recordarlo en momentos de marea alta.
Bendice alma mía al Señor; ¡Dios mío, qué grande eres!
Gloria al Señor por siempre; ¡bendito su nombre santo y glorioso!
sea alabado y bendecido por todas sus criaturas,
sea alabado y bendecido por nosotros, sus siervos.
ORACIÓN DE ENVÍO AL COMENZAR EL CURSO
Por las proezas que realizaste al comienzo de los siglos
seas alabado y bendecido,
por nuestro hermano sol y nuestra hermana luna
seas alabado y bendecido,
por los seres vivientes que pueblan el firmamento
seas alabado y bendecido,
por el agua que nos da vida, por la tierra que nos da sustento
seas alabado y bendecido,
por el aire que respiramos, por el universo que nos cobija
seas alabado y bendecido
Bendice alma mía al Señor; ¡Dios mío, qué grande eres!
Gloria al Señor por siempre; ¡bendito su nombre santo y glorioso!
sea alabado y bendecido por todas sus criaturas,
sea alabado y bendecido por nosotros, sus siervos
Por Abraham, tu elegido, por Isaac, tu siervo, por Jacob, tu escogido
seas alabado y bendecido,
por Moisés, tu enviado, por David, tu designado, por Judith, tu fortalecida
por Isaías, tu profeta, por Job, tu paciencia, por Salomón, tu sabiduría
seas alabado y bendecido,
por Esther, tu proeza, por Rut, tu gloria, por Daniel, tu destreza,
seas alabado y bendecido
Bendice alma mía al Señor; ¡Dios mío, qué grande eres!
Gloria al Señor por siempre; ¡bendito su nombre santo y glorioso!
sea alabado y bendecido por todas sus criaturas,
sea alabado y bendecido por nosotros, sus siervos
Por María, tu madre en el Hijo, tu esposa en el Espíritu,
tu Reina en el cielo, tu maternidad en la tierra,
tu esperanza en la humanidad, tu felicitación en la historia,
tu regocijo en la santidad, tu plenitud en la creación,
tu victoria en la humildad, tu obediencia en la voluntad
seas alabado y bendecido, glorificado y exaltado
ahora y por todos los siglos
Bendice alma mía al Señor; ¡Dios mío, qué grande eres!
Gloria al Señor por siempre; ¡bendito su nombre santo y glorioso!
sea alabado y bendecido por todas sus criaturas,
sea alabado y bendecido por nosotros, sus siervos.
Por Jesús, el Cristo, nuestro Dios y Señor,
nuestro Cordero y nuestra Pascua,
nuestra Resurrección y nuestra Vida,
nuestra Luz y nuestra Agua viva,
nuestro Mesías y nuestro Maestro
nuestra Alfa y nuestra Omega,
nuestro Sacerdote, Víctima y Altar
nuestra Palabra y nuestro Verbo,
nuestro Pan y nuestro Vino,
nuestra Vid verdadera y nuestro Pastor bueno.
Bendice alma mía al Señor; ¡Dios mío, qué grande eres!
Gloria al Señor por siempre; ¡bendito su nombre santo y glorioso!
sea alabado y bendecido por todas sus criaturas,
sea alabado y bendecido por nosotros, sus siervos
Por El, Tu Hijo amado, tu Predilecto, en quien te complaces,
por El, que es Dios de Dios, Luz de Luz,
engendrado, no creado, de tu misma naturaleza,
por quien todo fue hecho
y que por nosotros los hombres y por nuestra salvación
bajó del cielo y se encarnó por obra y gracia del Espíritu Santo
y hoy sigue vivo, presente y operante en su cuerpo, la Iglesia.
Por El, con El y en El a ti Gloria y Honor, Bendición y Alabanza
Bendice alma mía al Señor; ¡Dios mío, qué grande eres!
Gloria al Señor por siempre; ¡bendito su nombre santo y glorioso!
sea alabado y bendecido por todas sus criaturas,
sea alabado y bendecido por nosotros, sus siervos
Por tu Iglesia, sacramento universal de salvación,
misterio de unión y comunión,
nacida en el corazón del Padre, prefigurada desde el origen del mundo,
preparada en la Antigua Alianza, instituida por Cristo,
el Señor, manifestada por el Espíritu, consumada en la gloria,
pueblo sacerdotal, profético y real, cuerpo de Cristo, templo del Espíritu;
por tu Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica,
por nuestra Iglesia de Alcalá, por nuestro Obispo Jesús,
por nuestras parroquias y comunidades,
por nuestras familias, iglesias domésticas de salvación
A Ti, gloria y alabanza Señor por siglos y siglos.
Bendice alma mía al Señor; ¡Dios mío, qué grande eres!
Gloria al Señor por siempre; ¡bendito su nombre santo y glorioso!
sea alabado y bendecido por todas sus criaturas,
sea alabado y bendecido por nosotros, sus siervos
Por nosotros, tus profesores, por nuestros colegios e institutos,
por nuestros compañeros y compañeras de trabajo,
por nuestros directores y jefes de estudio,
por nuestras autoridades educativas y nuestras instituciones administrativas,
por nuestros niños y jóvenes, por los que vienen a nuestras clases y por los que no vienen,
por los que nos apoyan y por los que nos denigran,
por los que nos persiguen y por los que nos aplauden,
por nuestros sindicatos y nuestras asociaciones
por nuestra Delegación y
A Ti gloria y alabanza Señor por siglos y siglos
Bendice alma mía al Señor; ¡Dios mío, qué grande eres!
Gloria al Señor por siempre; ¡bendito su nombre santo y glorioso!
sea alabado y bendecido por todas sus criaturas,
sea alabado y bendecido por nosotros, sus siervos
Por nuestros trabajos y nuestros sudores,
por nuestros esfuerzos y nuestras luchas,
por nuestras risas y nuestros llantos,
por nuestros éxitos y fracasos,
por nuestros pecados y nuestras virtudes,
por nuestra entrega y disponibilidad,
A ti gloria y alabanza Señor por siglos y siglos
Bendice alma mía al Señor; ¡Dios mío, qué grande eres!
Gloria al Señor por siempre; ¡bendito su nombre santo y glorioso!
sea alabado y bendecido por todas sus criaturas,
sea alabado y bendecido por nosotros, sus siervos
Porque somos enviados por la Iglesia, nuestra Iglesia de Alcalá,
por nuestro Obispo y nuestra Diócesis,
en nombre de tu Hijo y con la fuerza de tu Espíritu,<
porque somos enviados a ser testigos de esperanza a todo aquel que nos lo pida,testigos de una promesa, testigos de un mundo nuevo,
testigos de una fe sin fronteras ni razas, testigos de Jesucristo,
porque somos hoy enviados a nuestros lugares de presencia,
a nuestros lugares de trabajo como la simiente es depositada en el campo,
como la semilla en la tierra.
Por todo ello y por mucho más:
Cantaré al Señor toda mi vida,
aclamaré su nombre mientras exista.
Bendice alma mía al Señor; ¡Dios mío, qué grande eres!
Gloria al Señor por siempre; ¡bendito su nombre santo y glorioso!
sea alabado y bendecido por todas sus criaturas,
sea alabado y bendecido por nosotros, sus siervos
Amén
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