Cáritas denuncia la matanza de al menos 400 personas en el Congo
MADRID.- Cáritas ha denunciado una masacre perpetrada el día de Navidad en la República Democrática del Congo por los rebeldes ugandeses del LRA (Lord´s Resistence Army) en las localidades de Faradje, Duru y Doruma, que deja tras de sí un saldo provisional de más de 400 personas asesinadas.
"Todo comenzó en la tarde del jueves 25 de diciembre", asegura el director de Cáritas de Dungu-Doruma, Côme Mbolingaba. Mientras asistían a un concierto en la parroquia católica, "los vecinos de la localidad de Faradje fueron sorprendidos por una incursión de tropas rebeldes ugandesas del LRA, que irrumpieron en el templo y asesinaron a decenas de personas, antes de abandonar el lugar en torno a las siete y media de la tarde", explica Mbolingaba.
Al menos 150 personas perdieron la vida en Faradje y varios heridos fueron trasladados en avión para recibir atención médica en las ciudades de Dungu y Bunia.
Simultáneamente, se produjeron otros ataques en Duru, donde los rebeldes asesinaron al menos a 75 civiles e incendiaron la parroquia y en Doruma y Gurba, donde asesinaron a otras 213 personas.
Consecuencias de los ataques
La emisora congoleña Radio Okapi, promovida por la ONU, señaló que la Misión de Naciones Unidas en el Congo (MONUC) desplegará efectivos en la región del Alto Uele para tratar de evitar nuevos ataques de este grupo, cuyo líder, Joseph Kony, está reclamado por el Tribunal Penal Internacional por crímenes contra la humanidad.
Como consecuencia de las matanzas, unas 30.000 personas de la zona atacada por el LRA han abandonado sus casas y se encuentran desplazadas a varias decenas de kilómetros del área, según funcionarios congoleños consultados.
El líder rebelde, Joseph Kony, sosteniendo a sus dos hijos. (Foto: REUTERS)
El Gobierno congoleño ha anunciado que movilizará todos sus recursos para hacer frente a los rebeldes ugandeses, según manifestó el ministro de Comunicación, Lambert Mende. Las Fuerzas Armadas Congoleñas realizan operaciones para unirse a las fuerzas sudanesas y proteger las poblaciones civiles, en colaboración con el Ejército de Uganda.
Mende también pidió la colaboración del Gobierno de la República Centroafricana, para impedir a los rebeldes ugandeses crucen a su país, donde podrían cometer las mismas matanzas que en la RDC.
El lunes la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA) informó en Kinshasa que los muertos a consecuencia de los ataques del LRA en los últimos días eran, al menos, 189, en el distrito de Alto-Uele, pero Cáritas dobló la cifra.
Según la OCHA, la mayoría de los muertos son niños, mujeres y ancianos. El médico jefe de la zona de Faradje, colaborador del Fondo de las ONU para la Población (UNFPA), dos pastores protestantes, los inspectores de enseñanza primaria y secundaria, el farmacéutico, el presidente de la Federación de Empresas del Congo y el adjunto de la Dirección General de Migraciones figuran entre las víctimas.
Además, el mismo informe señala que el LRA ha secuestrado a una veintena de niños, supuestamente para utilizarlos como soldados.
Sin embargo, el portavoz del LRA, David Nyekorach-Matsanga, ha pedido, en declaraciones a Radio Okapi, una investigación independiente para determinar la responsabilidad de estas matanzas, de las que responsabilizó al Ejército ugandés.
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