sábado, 24 de julio de 2010

LAS DIEZ TENTACIONES DE UN CRISTIANO

He encontrado una reflexión excelente en el blog de Yanka sobre si poner antes el título de la profesión (periodista, profesor, sacerdote, etc) o la vivencia del creyente, el ser cristiano antes que nada. Aquí os lo dejo, merece la pena.
¿Por qué no tiene más éxito la religión católica?

"El mejor producto del mundo es la religión católica. Posee el mejor de los beneficios: la vida eterna. Al mejor precio: es absolutamente gratis. Tiene la mejor marca diseñada: la cruz. También posee el mejor manual de instrucciones, el más leído y el más editado de la Historia: la Biblia. Delegaciones en todo el mundo: en cualquier ciudad o pueblo, por pequeño que sea. Y ahora, conteste sinceramente: ¿usted lo ha comprado? ¡Pero si el producto es tan extraordinario! ¿Qué es lo que falla? La comunicación. La comunicación es anticuada, repetitiva; incapaz de conectar con la gente".
Esta reflexión "provocativa" del antiguo creativo de "Delvico Bates", Toni Segarra, laureado publicista catalán, debe hacernos meditar. ¿Cómo comunicamos a Cristo hoy? ¿Lo mostramos en su verdadera dimensión o lo vestimos con ropajes que no le son propios y por lo tanto no convencen?

Parte de la culpa de que el mensaje de la Buena Nueva no "traspase" los "mass–media" es de los propios periodistas que nos dedicamos a la llamada información religiosa. Caemos en diez tentaciones, que bien podrían ser las siguientes:

Quejarse en lo anecdótico pero "periodístico" y sin verdadero interés

1.– Politizar la información religiosa
Cuenta Malcom Muggeridge, periodista inglés de gran prestigio, convertido al catolicismo gracias al testimonio de Madre Teresa de Calcuta, que "si hubiera sido periodista en Tierra Santa en tiempos de Jesucristo, me habría dedicado a averiguar lo que pasaba en la corte de Herodes, habría intentado que Salomé me concediera la exclusiva de sus memorias, habría descubierto lo que estaba tramando Pilatos... y me habría perdido por completo el acontecimiento más importante de todos los tiempos". Bueno, pues en nuestro intento diario por comunicar la Buena Nueva del Evangelio desde los modernos "areópagos", ¿Acaso no estamos actuando de la misma manera? ¿No estamos algo despistados intentando conseguir tal declaración eclesial; tal primicia sobre un obispo que no está de acuerdo con no se qué asunto, y descuidamos lo esencial, que es dar a conocer la Buena Nueva del Evangelio y no las frágiles vasijas de barro en las que se guarda este mensaje?

Alejamiento de la vida del pueblo (SEGUIR LEYENDO LAS DIEZ TENTACIONES)

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