(Fran Otero- Foto: Phovoir) Llegar a la juventud es uno de los grandes retos actuales de la Iglesia universal y, por ende, de la española. Y sigue siendo un reto porque, además de ser el futuro, es la que más alejada está de las creencias religiosas. Son todavía muchos los jóvenes que se declaran católicos pero no acompañan su afirmación con la práctica religiosa o con el compromiso. Además, ven negativamente a la Iglesia y optan por construirse una religión a su medida. Otros son indiferentes y unos pocos beligerantes.
Aunque el 53% se declara católico, el 75% muestra poca o ninguna confianza en la Iglesia, según un informe de la Fundación SM
Todas estas afirmaciones aparecen corroboradas en el capítulo dedicado a esta cuestión del informe Jóvenes españoles 2010 –que se ha presentado este jueves en Madrid–, publicado por la Fundación SM y dirigido por el doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, Pedro González Blasco, y el catedrático de Sociología de la Universidad de Alcalá de Henares y de la Pontificia de Salamenta, Juan González-Anleo.
La realidad arroja que los jóvenes siguen alejados de las creencias religiosas, tanto como para ocupar uno de los últimos lugares en una escala de valoración de las cosas más importantes. Según detalla el informe, sólo un 22% manifiesta que la religión es bastante o muy importante; una cifra muy baja, aunque haya subido tres puntos porcentuales desde 2005.
En cuanto a definición religiosa, un 53% –la mayoría– se declara católico, un porcentaje que ha aumentado cuatro puntos desde el último informe. El 44% dice no ser católico mientras el 2% profesa otra religión. Estos datos contrastan con los que apuntan que una inmensa mayoría, el 61,8%, no asiste nunca a la Iglesia.
Precepto dominicalSolamente 7 de cada 100 jóvenes cumple con el precepto dominical de ir a misa, mientras un menor número de jóvenes (2%) acude a la iglesia más de una vez a la semana. Es preocupante también que el 60 por ciento no rece nunca, o que casi el 70 por ciento de los que se consideran católicos o creyentes opinen que la fe se puede vivir individualmente.
La Iglesia católica como institución es poco valorada. De hecho, ocupa el último lugar en la lista de instituciones propuestas, por detrás de las multinacionales, instituciones políticas, fuerzas armadas y sindicatos. Sólo un 23% de los jóvenes tiene mucha o bastante confianza en la Iglesia frente al 75% que no.Por otra parte, en cuanto al grado de acuerdo con las opiniones sobre la Iglesia, más del 75% cree que es demasiado rica, porcentaje que contrasta con el 60% que valora su labor social. La primera percepción se debe más, según afirma el informe, a prejuicios y tópicos. También creen que tiene una postura anticuada en materia sexual (75,2%) o que se mete demasiado en la vida personal de la gente (63,3).
Y si son pocos los que se acercan a la Iglesia, menos son los que se plantean la vida religiosa. El 1% se lo plantea a menudo, mientras que el 5% lo ha pensado alguna vez. Casi todos los jóvenes, el 93%, ni lo valora. Finalmente, la asistencia a clase de religión ha descendido ligeramente respecto al 2005, pero su valoración no es peor.
“Hay aspectos positivos”La autora de este capítulo del informe, Maite Valls Iparraguirre, reconoce que los datos no son buenos. No hay cambios significativos con respecto al informe de 2005 o a otros estudios, pero sí encuentra “ligeras mejoras” en muchos aspectos. La situación no es la deseada, pero “se puede ser optimista”. De esperanza es el mensaje que lanza a los responsables eclesiales. “Considero que los datos son mejores, más positivos que los de 2005”, afirma a Vida Nueva.
Más información en el nº 2.731 de Vida Nueva o próximamente en vidanueva.es
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