jueves, 6 de septiembre de 2012

EL CARDENAL MARTINI, SU FIGURA Y PERSONALIDAD

Se ha ido uno de los cardenales más importantes de las últimas décadas. El cardenal jesuita Carlo M. Martini falleció el 31 de agosto en la casa de los jesuitas en Gallarate, cerca de Milán, a los 85 años. Decenas de miles de fieles –incluidas personalidades de la talla del primer ministro Mario Monti– dan su último adiós al eminente biblista y célebre pastor en la capilla ardiente instalada en la Catedral de Milán, donde sería enterrado el lunes. Nacido en Turín el 15 de febrero de 1927, Martini sufría desde hace años la enfermedad de Parkinson. El pasado mes de junio, en el marco del VII Encuentro Mundial de las Familias celebrado en Milán, todavía pudo mantener un breve encuentro con el Papa. “Triste” por la noticia del fallecimiento, Benedicto XVI envió un telegrama de pésame al actual arzobispo de Milán, el cardenal Angelo Scola, calificando a Martini como “querido hermano que ha servido generosamente al Evangelio y a la Iglesia”. “Recuerdo con gratitud –dice el Pontífice– su intensa obra apostólica difundida como entregado religioso, hijo espiritual de san Ignacio, experto docente, acreditado biblista y apreciado rector de la Universidad Pontificia Gregoriana y del Instituto Pontificio Bíblico, e, igualmente, como solícito y sabio arzobispo de esta archidiócesis ambrosiana”. El Papa destaca, además, el empeño de Martini por acercar la Palabra de Dios y la Sagrada Escritura a toda la comunidad eclesial, especialmente, a través de la promoción de la ‘lectio divina’. TODA LA NOTICIA EN VIDA NUEVA.

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