Gracias a Toni Salas y a Religión Digital por esta reflexión sobre la futura Ley de enseñanza y la asignatura de Religión. Te transcribo el artículo completo.
El PP se ha mostrado timorato, acomplejado, infiel a sus principios y traidor a sus votantes
Toni Salas Ximelis, 30 de noviembre de 2012 a las 08:56
Pedimos al PP valentía y fidelidad a sus votantes y a sus principios
(Antonio Salas, en Aldebarán).- La última actuación del gobierno del PP en materia educativa nos ha dejado a muchos españoles seriamente desconcertados. Cuando tiene la posibilidad, respecto a la enseñanza de la Religión, de incorporar en su nueva ley de educación lo abortado por el PSOE con la LOE, acepta los postulados de la ley socialista: no toca nada respecto a esta enseñanza.
Da así la razón a los socialistas al derribar la ley de educación del PP que debía entrar en vigor en el año 2004. Y lo hacían porque no estaban de acuerdo con la integración curricular de la Religión que el PP planteó en su ley, la LOCE.
La solución LOCE sí era una respuesta curricular al derecho a una educación integral, al derecho fundamental que tenemos los padres a que nuestros hijos reciban enseñanza religiosa y moral de acuerdo con nuestras convicciones y al deseo de desterrar el galopante analfabetismo religioso en nuestra sociedad. Se creaba un área llamada Sociedad, Cultura y Religión con dos modalidades de desarrollo: una cultural y otra confesional (que no catequética, como algunos, con intención engañosa, quieren tildarla).
No entendemos por qué el PP ante este tema se ha mostrado timorato, acomplejado, infiel a sus principios y traidor a sus votantes. Lo normal habría sido que un partido que propuso una ley de educación, la LOCE, que abogaba por la calidad y buscaba solucionar problemas enquistados en nuestro sistema educativo, retomara esas propuestas a la hora de elaborar de nuevo su ley: LOMCE.
Pero en este tema no ha sido así, según el anteproyecto aprobado en el Consejo de Ministros del 21 de septiembre. ¿Quiere esto decir que al final el PP da la razón al PSOE cuando bajo el lema "Más Gimnasia y menos Religión" buscó dar el "jaque mate" a la enseñanza de la Religión por medio de unos Reales Decretos de desarrollo de la LOE que convertían en héroes a los que la eligieran?.
Se puede decir que al mantener la disposición adicional segunda de la LOE referida a la Religión se garantiza la integración curricular de la misma. Y ello porque en ella se dice que "la enseñanza de la religión católica se ajustará a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre la Santa Sede y el Estado español.
A tal fin, y de conformidad con lo que disponga dicho acuerdo, se incluirá la religión católica como área o materia en los niveles educativos que corresponda, que será deoferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para los alumnos". Por lo tanto, como dicen los Acuerdos: será considerada como equiparable al resto de disciplinas fundamentales; y el hecho de recibirla o no, no puede suponer discriminación.
Pero los hechos de las políticas socialistas por medio de los Reales Decretos nos han demostrado que no se cumple ni la integración ni la no discriminación. Poner la clase de Religión de dos a tres de la tarde no parece que sea la mejor forma ni de considerarla "equiparable a disciplina fundamental", cuando no hay ninguna otra que se la sitúe en esa franja del horario, ni que no suponga discriminación flagrante para el que la elija. Y para muestra un botón: hay Institutos en el que si un alumno elige religión puede perder el autobús de ruta que sale a las dos, porque la clase de Religión la tiene de dos a tres de la tarde.A base de someterla a la absoluta marginación curricular se pretende y propicia la absoluta desaparición.
¿Es esto lo que quiere el PP? ¿Quiere perpetuar esta marginación? ¿Quiere seguir la estela socialista dando la espalda a los casi cuatro millones de alumnos que cada año la siguen eligiendo porque hay otros tantos millones de padres que la solicitan para sus hijos? Yo todavía sigo creyendo que no, pero los hechos, hasta ahora, manifiestan lo contrario.
Es verdad que, como han indicado las autoridades ministeriales, se abre un espacio de consulta con los distintos agentes educativos para recibir propuestas de mejora del Anteproyecto. Espero y deseo, en nombre de miles de profesores, millones de padres y por el bien de los alumnos, que rectifiquen y vuelvan a la senda que abrió su propia ley, la LOCE, de plena integración curricular de la asignatura de Religión.
Pedimos al PP valentía y fidelidad a sus votantes y a sus principios. Hay que buscar fórmulas de consenso sobre el tema, pero partiendo de lo que decía su propia ley
(LOCE): como he señalado anteriormente, un área de Sociedad, Cultura y Religión con dos modalidades. Lo contrario, plegarse a los postulados de quienes -vulnerando la Constitución y los Acuerdos por medio de "pócimas mágicas"- propician su desaparición, implica colaborar en el acoso y derribo, por la vía de los hechos, a la asignatura.
(LOCE): como he señalado anteriormente, un área de Sociedad, Cultura y Religión con dos modalidades. Lo contrario, plegarse a los postulados de quienes -vulnerando la Constitución y los Acuerdos por medio de "pócimas mágicas"- propician su desaparición, implica colaborar en el acoso y derribo, por la vía de los hechos, a la asignatura.
Le respaldan al PP muchos millones de votantes que desean para sus hijos que la enseñanza de la Religión tenga la consideración curricular que se merece sin verse sometidos a un plus de heroísmo para cursarla.
Parece que queda algo de tiempo antes de que se envíe como ley al Parlamento. Solicitamos que, sin complejos, se retome la solución que se dio en la LOCE de plena integración curricular y que aparezca en la relación de asignaturas, y que tenga su valoración para aquellos que la eligen voluntariamente. Basta ya de arrinconarla en una disposición adicional, siempre la segunda, sin lugar en el cuerpo de la ley. Recientes sentencias de los Tribunales, entre ellos del Supremo, han venido condenando la marginación a la que se la ha sometido por vulnerarse con ello tanto la Constitución como los Acuerdos (que forman parte del ordenamiento jurídico básico de España)
Es una oportunidad única para zanjar definitivamente este secular contenciosocuya no solución hasta ahora ha redundado en una pobreza moral y cultural importante. Y hacerlo siempre pensando en las futuras generaciones, en su formación integral por el bien de toda la sociedad. FUENTE: RELIGIÓN DIGITAL.
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