BENEDICTO XVI“El Señor me pide que “suba a una
montaña” para dedicarme aún más a la oración y a la meditación. Pero
esto no significa abandonar a la Iglesia. Es más, si Dios me pide esto
es precisamente para poder seguir sirviéndola con la misma dedicación y
el mismo amor con el que lo he hecho hasta ahora, pero de un modo más
adecuado a mi edad y a mis fuerzas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario