El Obispo de Alcalá de Henares (España), Mons. Juan Antonio Reig Pla, ha señalado que la primera Encíclica del Papa Francisco, Lumen Fidei (La Luz de la Fe) “significa no solo un gesto de continuidad del magisterio de dos Papas, sino el encuentro de dos humildades, la de Benedicto XVI que ha transmitido el documento, y la del Papa Francisco, que lo ha recibido y lo ha hecho suyo”.
Mons. Reig Pla ha recordado que la Encíclica Lumen Fidei es un documento conmemorativo del Año de la Fe, que completa el deseo del Papa Emérito Benedicto XVI de “poner la vida teologal, con las tres virtudes de Fe, Esperanza y Caridad, como el gran dinamismo de la vida de la Iglesia en estos momentos. Esta Encíclica por tanto completa el itinerario trazado por las Encíclicas de Benedicto XVI sobre la Esperanza, Spe Salvi, y sobre la Caridad, Deus Caritas Est y Caritas in Veritate”.
El Obispo de Alcalá percibe la mano del Papa Francisco en algunos aspectos del documento: “el primero, al decir que nuestra manera de exponer la luz de la fe tiene que hacerse a través de una teología narrativa y testimonial, es decir, no a través de grandes conceptos o centrada en razones especulativas, sino de modo narrativo, recorriendo la historia de la salvación, y a través del testimonio”. Un segundo aspecto es que “la fe tiene que alcanzar a todos, no se guarda debajo del celemín ni se oculta, sino que tiene que alumbrar la construcción de la vida humana”. “Es en el último capítulo –afirma Mons. Reig Pla- donde más se nota la mano del Papa Francisco. En esta parte se habla de una fe para construir la ciudad, para construir el bien común, la familia, la vida en sociedad y la fe que conforta en el sufrimiento. En definitiva, una fe capaz de dar al hombre todo aquello que necesita para vivir en este mundo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario