Una de cada cinco personas no tiene acceso a electricidad, y alrededor de 250 millones todavía dependen de la leña o el carbón para cocinar y calentarse.
El reparto de las fuentes de energía es clave para el desarrollo de los pueblos y la paz mundial. Con el recién publicado documento "Energía, justicia y paz”, el Vaticano quiere llamar la atención sobre estos temas.
CARD. PETER TURKSON
Presidente, Pontificio Consejo Justicia y Paz
"No somos expertos, y por eso no queremos dar ninguna solución normativa sobre la energía. Pero la Iglesia reconoce que siempre podemos dar apoyo, dirección y hasta inspiración a todos los entornos humanos, también a la Ciencia y la investigación”.
El documento presenta la energía como un bien común: un don que Dios da a todos los hombres. También alerta de los peligros que provoca su reparto desigual.
CARD. PETER TURKSON
Presidente, Pontificio Consejo "Justicia y Paz”
"La energía subyace muchos aspectos de la sociedad y la vida humana. Por eso, puede ser una fuente de conflicto, de guerra, de desarrollo o sub-desarrollo... ¡Puede ser hasta una fuente de opresión!”.
Con este documento, el Pontificio Consejo Justicia y Paz concretiza una de las muchas llamadas del Papa Francisco contra "la explotación inicua de los recursos naturales”.
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