Hace 12 años terminó oficialmente la guerra en República Democrática del Congo. Es el conflicto más sangriento desde la Segunda Guerra Mundial porque dejó más de 5 millones de víctimas mortales.
Pero
el fin de la contienda no ha significado el fin de la violencia para
este país de exuberante riqueza natural. Un subsuelo rico en minerales
ha sido la maldición de los congoleños.
La corrupción es un mal endémico. Ocupa el puesto número número 23 en el ranking de corrupción mundial.
En ese contexto se desarrolla la historia de un joven que no se dejó llevar por el dinero fácil, Floribert Bwana Chui.
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