jueves, 20 de mayo de 2010

Profesores: adiós a los estereotipos.

Laicos, formados y comprometidos, nuevo perfil del docente de Religión, según un informe de la Fundación SM.

(Miguel Ángel Malavia) En un tiempo marcado por la conciencia general de que España necesita un profundo consenso para alcanzar un Pacto Educativo que otorgue estabilidad a la hora de elevar nuestro sistema de enseñanza al nivel de su contexto europeo, siempre surgen puntos considerados como “conflictivos”. Uno de ellos es la asignatura de Religión. En torno a ella, a lo largo de la actual etapa democrática, han surgido todo tipo de cuestionamientos. Pero más allá de esos debates, ¿qué es lo que se piensa y experimenta sobre esta cuestión en el día a día de las aulas?
A esa pregunta trata de responder Carlos Esteban, director de la revista Religión y Escuela (PPC), quien ha elaborado para la Fundación SM un informe sobre la situación real de la asignatura en el sistema educativo, sirviendo además como aclaración de ciertos estereotipos que, analizando los datos, parecen no concordar con la realidad. Dicho informe ha sido presentado, este jueves 20 de mayo, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Para realizar este estudio sociológico, titulado Protagonistas de la clase de Religión, Esteban ha empleado un riguroso método estadístico basado en encuestas dirigidas a familias (2.182 han respondido), alumnos (3.808 cuestionarios) y profesores (433 encuestados) ligados a la clase de Religión. Sus conclusiones son múltiples, pero la principal es la evidencia de que hoy se desarrolla “un nuevo concepto de enseñanza de la Religión”, cuya evolución ha tenido su origen en un documento de los obispos españoles de 1979. A partir de él, se “expresó formal y oficialmente un nuevo paradigma para comprender la enseñanza de la religión en el sistema educativo desde las finalidades propias de la escuela. Los catecismos dieron paso a los libros de texto, el modelo pedagógico se transformó en escolar, la obligatoriedad desapareció y las otras religiones iniciaban su camino en nuestro sistema educativo”.
La investigación ha permitido la desmitificación de ciertos supuestos que a veces se dan por establecidos. En primer lugar, la clase de Religión no es catequesis, como ha recordado recientemente la Sagrada Congregación para la Educación Católica: “Es diferente y complementaria a la catequesis. (…) Ésta propone la adhesión personal a Cristo (…) y la enseñanza escolar de la religión transmite a los alumnos los contenidos sobre la identidad del cristianismo”.
Del mismo modo que, aclara Esteban, la identidad del profesorado de Religión no concuerda con la que el estereotipo ofrece de él (catequistas sin titulación universitaria ni preparación pedagógica) : “Hoy hablamos de miles de profesores, todos ellos titulados universitariamente, con doble carrera universitaria en más de un 67% en el caso de Secundaria, con un activo compromiso de formación permanente, implicados socialmente en clave de justicia y solidaridad, con notable tejido asociativo y sindical, comprometidos en otras tareas eclesiales, comprando más de cuatro libros al año y formados en el uso de las nuevas tecnologías”. Otro dato es que los docentes de la asignatura son en su inmensa mayoría laicos.
Alumnos comprometidos
Algo parecido, en cuanto al compromiso social y eclesial, sucede con el alumnado que recibe formación religiosa. De los chicos encuestados, el 82% se dice preocupado por la justicia y la solidaridad, y el 84% por la ecología. En cuestiones de fe, un 74,8% se confiesa católico, por un 6% que es ateo. Además, el 57,7% vería bien que en clase de Religión también se profundizara en el estudio de los derechos humanos. Fuera de las aulas, el 40,9% forma parte de algún grupo o asociación juvenil, participando el 17,7% en tareas de voluntariado. En su compromiso con la Iglesia, el 40% se define como practicante habitual y el 34,9% desarrolla vida parroquial o está vinculado a alguna orden religiosa o movimiento seglar. CONTINUAR LEYENDO EL ARTÍCULO EN VIDA NUEVA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario