Hace 20 años la vida de Chiara Amirante cambió. Tras sufrir una ceguera que parecía irreversible, se curó. Para ella fue la señal definitiva de que tenía dar su vida por los demás. Decidió empezar por las personas sin hogar que dormían en la estación de Termini de Roma, un lugar nada recomendable para una mujer joven sola.
CHIARA AMIRANTE
Fundadora, Nuovi Orizzonti
"Allí me di cuenta de que estos jóvenes, que para nosotros los cristianos son hermanos, que son considerados peligrosos, eran en realidad jóvenes sedientos de amor, jóvenes heridos en lo más profundo de su corazón por la indiferencia, por la violencia, por muchas experiencias negativas”.
Recuerda como si fuera ayer a la primera persona que ayudó. Lo único y, lo más importante que pudo hacer Chiara esa noche, fue escucharlo.
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